lunes, 3 de septiembre de 2007

septiembre


Bueno, pues ya estamos en septiembre, se acaba el veranito, el mes de la vuelta al trabajo (aunque algunos ya empezamos hace un par de semanitas), de la vuelta al cole, la entrada del otoño, las colecciones de kiosko (como bien dijo mi amigo Blogus), que se repiten año tras año y como no, de plantearnos nuevos propósitos, pero igual que los del mes de enero, muy pocos son los que se cumplen, por lo menos por mi parte.

En realidad, como pudisteis comprobar en un post anterior, nunca cumplo las promesas que me hago a mí misma, sobre todo las que se relacionan con un supuesto cambio de vida, de mi vida.

Tengo presente que hay cosas que no se pueden cambiar, en concreto aquellas que hacemos por “obligación moral” (ya se sabe, la gente de cierta edad crecimos con una educación “judeo-cristiana” de la que es difícil desprenderse, aunque ahora nos postulemos hacia el verdadero ateísmo, sin dejar de lado ciertos temores).

Pero hay otras que sí podemos cambiar y además sabemos que debemos cambiar. Estoy hablando de cosas como empezar a estudiar en serio las oposiciones, practicar algo de ejercicio, intentar ahorrar un poco (aunque sin ser siquiera un mileurista es algo difícil) o cierta moderación en las comidas (en invierno no hay operación bikini).

Pero a lo que en realidad me estoy refiriendo es a un cambio de actitud ante la vida, tengo que ser consciente de que hay determinadas épocas de nuestra existencia en que no todo nos sonríe, pero debemos aprender a llevarlo de la mejor manera posible, y yo reconozco que en este aspecto ando bastante flojilla.

Tengo un nidito de pájaros en la cabeza que no me dejan ver la realidad de forma clara, pero por otro lado se que a lo que aspiro no es nada del otro mundo y entra dentro de los límites de la normalidad.

Me resulta doloroso pensar que nunca voy a tener un mínimo de felicidad, que ningún aspecto de mi vida discurra como a mi me gustaría, por lo tanto debo buscar la manera de vivir feliz, sin caer en la resignación, me niego a pensar que es lo que me ha tocado vivir.

Actualmente hay varios aspectos de mi vida con los que no me encuentro a gusto:

FAMILIA: la situación es complicada y de difícil solución. Esto ocurre cuando cualquier enfermedad incurable se mete en tu vida.

AMIGOS: con el paso de los años, todo cambia, pero nunca pensé que tanto. Me he llevado grandes decepciones, la que creía mi verdadera amiga no la tuve cuando la necesité, pero descubrí otras que creo que podrán reemplazarla. De todas formas, todas mis amigas tienen su pareja, sus churumbeles y su vida, por lo que a mi edad de taitantos mi vida social es bastante pobre.

TRABAJO: no me quejo, aunque el que tengo no es un trabajo fijo ni especialmente bien pagado. Pero me gusta lo que hago.

DINERO: en clara relación con el anterior, no me permite una mínima capacidad de ahorro.

SALUD: la mía sin grandes dificultades, la que me preocupa es la salud de los que me rodean.

AMOR: pésimo, mantengo una “relación” secreta con el primer amor de mi vida. Después de casi 16 años sin ningún tipo de contacto, y tras un encuentro casual, llevamos tres años manteniendo una turbulenta relación que pasa por distintas etapas, pero a la que no le veo ninguna salida, ni buena ni mala, y últimamente es la que dirige mis actuaciones en todos los demás aspectos por lo que creo que es lo primero que tengo que cambiar, pero también lo que me resulta más difícil. Al no disponer casi de vida social, y como ser humano que soy con sus necesidades físicas, no quiero perder lo poco que tengo, que es lo único que me hace seguir adelante, aunque sea lo que más me está atormentando.

Ya veis, son pocas las cosas con las que estoy contenta. Ya sé que hay gente en bastante peores condiciones que yo, pero a mis 38 añitos, no me tocaba vivir como lo estoy haciendo.
Y bueno, ya se acabó esto de dar lástima, ya que nunca me gustó, pero a veces llegamos a situaciones que nos superan y ahora mismo no tengo a nadie a quien llorarle un poco más que a vosotros.

Gracias por aguantarme.

4 comentarios:

Isabel Burriel dijo...

Ya sé que es difícil, pero no, no estés triste.
ANIMO!!!!

Anónimo dijo...

gracias wapa, intentaré mantener el ánimo lo más arriba posible
besitos

Anónimo dijo...

Creo que tu septiembre y el mío son muy parecidos. A pesar de lo cual, sigue siendo mi mes favorito.

Anónimo dijo...

ojalá solo fuera el mes de septiembre....., pero últimamente es la tónica de mi vida
besitos

 
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