domingo, 9 de septiembre de 2007

enemigas íntimas

Aprovechando estos últimos días de sol que nos está regalando Septiembre, voy un ratito a la playa por las tardes.

Normalmente voy sola, me gusta estar sola en la playa, llego cuando quiero, me pongo donde a mi me gusta, puedo leer, dormir (si los vecinos me lo permiten) y me voy cuando me tengo que ir. Pero estos días se me unió mi amiga Cy, en concreto ayer.



Cuando íbamos hacia allí, y hablando de lo raro de este calor en esta época del año, ambas comentábamos que íbamos a aprovechar para ir todos los días que pudieramos a la playa.

-"Bueno, excepto mañana (por hoy), que quedamos en casa de Sa que es su cumpleaños ¿no?" - dijo Cy.

-"No, a mi no me llamaron"- dije yo.

No le vi la cara porque yo iba conduciendo, pero pude intuir que la pobre se quedó como si le hubieran echado un jarro de agua fría por encima, "¿A ti no te llamaron?"

-No, pero no te preocupes, ya estoy acostumbrada, hay cosas para las que nunca me llaman

Nunca supe las razones de que mis "amigas" (enemigas íntimas en este caso) no me llamen para ciertas reuniones que hacen, pero se me ocurren varias:

1. Ellas deciden por mí, lo que puedo y no puedo hacer: "No, muchachadeojostristes no viene, porque no puede dejar sola a su madre"

2. Yo no tengo churumbeles como ellas, aunque en esto me hacen un favor, porque aguantarlos es un suplicio. En realidad no a los churumbeles, sino a ellas con sus churumbeles.

3. Con que me llamen para decirme lo que nos corresponde por el último regalito que decidieron hacer, ya tienen cumplido la cuota de llamadas que me corresponden.

4. Creo que podría decir alguna más, pero temo estar influenciada por el sentimiento de cierto cabreo que tengo...

Eso sí, ambas hicimos el trato de no decir nada de que yo me había enterado de esta otra reunión en la que no cuentan conmigo.

Así que voy a coger mi última adquisición literaria y me voy a ir a la playa en cuanto termine de comer y ¡Hala, a disfrutar...!

6 comentarios:

Isabel Burriel dijo...

Y, si no es indiscreción ¿Porqué no preguntas abiertamente porqué hacen eso contigo?

Anónimo dijo...

Lo sé, a veces se me ha pasado por la cabeza, pero me siento un ratito y se me pasa.
Tengo claro que soy distinta a todas ellas, siempre fui la rara de la panda, a lo mejor es que estoy acostumbrada.
La verdad es que esta entrada la puse en un arrebato de cabreo, que en otras circunstancias no la hubiera puesto y por qué no, porque este espacio me da la oportunidad de decir lo que quiero en cada momento sin que nadie me ponga una cara rara (o por lo menos no las veo...).
De todas formas, desde el día en que no fui capaz de decir todo lo que pensaba a quien se lo merecía, mi relación con ellas es, como diría, muy light. Ya no les cuento mis cosas más íntimas, procuro estar animada cuando estoy con ellas (aunque me cueste), y desde luego no me meto en los problemas que tengan entre ellas, que se que los hay, me limito a escucharlas, porque de eso también se trata la amistad, de saber escuchar.
No las tuve cuando las necesité, así que ahora ya todo me da igual, aunque tenga pequeños momentos de cabreo como este que hacen que escriba cosas de las que después me arrepienta...
besitos

teatrera dijo...

grrrrr me hierve la sangre
Y digo yo, cuando te llaman para pedirte tu parte en caso de los regalos, POR FAVOR DIME QUE NO LA PONES.

Anónimo dijo...

Lo siento, no puedo decir que no lo pongo, pero de todas formas ya te digo, creo que hice esta entrada en un momento de cabreo y además últimamente lo veo todo negro, muy negro
A lo mejor empiezo por cambiarle el color a mi blog, a ver si lo empiezo a ver todo de distinto color.
besitos

dunna dijo...

Aunque no lo creas, te comprendo perfectamente

Anónimo dijo...

Sí lo creo, en todas las pandas, sobre todo de amigas, y con esto no quiero parecer machista, hay una oveja negra o como quieras llamarla, y en este caso, soy yo
besitos

 
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