martes, 30 de octubre de 2007

podría ser...

Podría ser que desapareciese toda forma de violencia de este mundo

Podría irme unos días a disfrutar por tierras italianas

Podría pensar que todo fue un sueño y mi madre se levantase un día por la mañana y volver a ser mi madre

Podría tirarme una noche entera mirando como las olas rompen en esa playa

Podría olvidar la de veces que debería haberme callado y no lo hice. Y la de veces que debería haber hablado y tampoco lo hice

Podría protagonizar la mejor pelicula del año

Podría no volver a asaltar la nevera cuando me siento deprimida

Podría plantearme la posibilidad de volver a reirme de mi misma
Podría no tener que volver a estudiar una oposición

Podría.... pero.

domingo, 28 de octubre de 2007

el invierno


Ahora ya no hay excusas, ya llegó el invierno
días más cortos
noches más largas
...

jueves, 25 de octubre de 2007

lo reconozco

Hoy va de confesiones la cosa:


- reconozco que, de vez en cuando, me encanta estar tirada en el sofá, con la tv encendida y no hacer absolutamente nada

- reconozco que lloro en todas las películas tristes, incluso a veces repito alguna para poder hacerlo

- reconozco que me como las uñas

- reconozco que no me gusta nada la soledad

- reconozco que estuve una buena temporada enganchada al Tetris

- reconozco que, de vez en cuando me apetece una hamburguesa del McDonalds

- reconozco que no soy nada lectora de cómics (a excepción de Asterix y Mafalda)

- reconozco que me pone Javier Bardem, House, Sean Connery, Johny Deep e incluso Bin Laden

- reconozco que el flan con nata me levanta el ánimo hasta niveles insospechados, lo mismo que la nocilla o la leche condensada, incluso a cucharadas (menos mal que no soy adicta al dulce...)

- reconozco que no me gusta Richard Gere, ni Beckam

- reconozco que soy muy tímida y me pongo colorada con mucha facilidad

- reconozco que tengo unas cosquillas enfermizas

- reconozco que me gusta la Revolución

- reconozco que los ratones me dan un asco y un miedo espantoso, cuando veo uno soy capaz de superar cualquier record mundial de saltos

- reconozco que un buen libro es el mejor compañero de viaje

- reconozco que no leí el Código da Vinci (ni pienso)

- reconozco que soy... bastante normal

sábado, 20 de octubre de 2007

la lectura

Desde bien pequeña recuerdo irme para la cama con un libro entre las manos, tanto podía ser uno de aquellos divertidos "tebeos", actualmente denominados comics, como una novela o similar.

A mis taytantos me sigue gustando la lectura y mucho, y aunque a veces nos hace perder algún que otro amigo (por eso de la manía de algunos de apropiarse de lo ajeno), en otras ocasiones hace que recuperes viejas amistades.
Hoy, cuando iba con mi sobrino de quiosko en quiosko en busca de no sé que tipo de imprescindibles cromos , llegamos a uno de ellos propiedad de una antigua amistad, una de esas personas con las que, en la juventud sales de copas, pero no llegas a profundizar demasiado, no se sabe por qué.
El caso es que, mientras el niño preguntaba por los dichosos cromos, me entretuve a mirar un expositor con libros, y se me ocurrió preguntarle si había leído uno que cayó entre mis manos y me parecía interesante, lo que nos llevó a una larga conversación sobre los últimos libros leídos por ambas (yo ya conocía su afición por la lectura)
La pobre se encontraba desesperada, ya que de los últimos diez títulos que había empezado, había dejado ocho de ellos, por aburridos, por no ser el momento, en fin, cada uno por alguna razón determinada, así que en mi reciente e inexplicable interés por agradar al personal (tengo que avisar de mi fama de borde), me ofrecí a bajarle alguna de esas obras que tienes en la estantería en un lugar preferente.
Y tengo que decir que, una vez que se los llevé, me sentí bien, muy bien...
P.D.: Ahora sólo espero no haberme equivocado y además de no recuperar esta amistad, perder los libros, jeje

lunes, 15 de octubre de 2007

lecturas 2007 - VI

La amante en guerra (Maruja Torres)

“Beirut es una novela que se ha metido en mí, que me ha absorbido y me ha convertido en uno de sus muchos personajes –secundarios para la ciudad: sin embargo, resulta imposible concebirla sin nosotros, sus criaturas de ficción verdadera-, obligándome a merodear entre sus cubiertas, a deslizarme entre sus páginas ya escritas, aventurándome hacia las que aún permanecen sin escribir, acompañada conforme avanzo hacia el final por la misma gente que me incita a vivir.”


Maruja Torres, enamorada de Beirut, nos cuenta su gran experiencia, con ese lenguaje que te envuelve hasta el final

a lo mejor...

A lo mejor porque me sigo engañando
A lo mejor porque todo sigue igual
A lo mejor porque, en el fondo, hay algo entre nosotros
A lo mejor porque las noticias de los últimos días me volvieron a debilitar
A lo mejor porque me dejo llevar
A lo mejor porque sabes como convencerme
A lo mejor porque, efectivamente, soy una mujer fácil
A lo mejor porque le temo a la soledad
A lo mejor porque prefiero compartirte
A lo mejor porque llevaba un mes sin verte
...

No busques excusas, no aprendiste a decir NO y “nunca aprenderás”

lunes, 8 de octubre de 2007

¿estoy contenta?


Estoy jodida, muy jodida, pero un poco contenta.

Vereis, como ya dije en algún momento estaba casi segura que Fk volvería a llamar, y lo hizo, vaya si lo hizo, pero voy a irme un poco atrás para aclarar un poco:

Hace algo así como 3 semanas, un domingo que decidí apagar el móvil y aislarme del mundo, me fui, como muchas otras veces, al puerto a estudiar mis opos y sobre las 9.30 ir al cine (tengo que desplazarme unos 20 km), estaba dispuesta a no mirar el móvil en toda la noche, esperaba su llamada y no quería caer en la tentación de volver a estar con él.

Pero de pronto, su coche azul aparcó a mi lado (me había pillado...), le abrí la puerta del mío y entró. Su intención, según dijo, era ir a ver la final de baloncesto, por lo que yo le contesté muy segura que iba a ir al cine, y no le debió gustar mucho que no me importase nada lo que él iba a hacer que me propuso dejar los planes de ambos para irnos juntos a "dar una vuelta" (ahora se le llama así).

Después de varios tira y afloja y haciendo gala de mi inseguridad, cobardía o como deba definirlo, accedí, tras decirme que un día por la semana vendría conmigo al cine.

Llegó el miércoles y le envié el mensaje prometido para quedar para ir al cine y sí, vino, es un hombre de palabra, pero durante toda la noche tuve la sensación de que lo hacía obligado (no se si fue sensación mía o efectivamente venía obligado).

Y hasta ayer que, como no quería volver a caer, volví a decidir ir al cine y no apagar el móvil, yo quería decir NO, pero con la diferencia de que me fui con más de 2 horas de antelación, así, si llamaba no iba a caer en el mismo error (se puede decir que hice trampa, pero hubiera caído).

Así que a las 9.00 recibí esa llamada:

-Hola ¿qué haces?

-Nada, estoy en C, voy al cine.

-Ah, ¿qué vas a ver?

-Pues aún no lo sé, "7 mesas de billar francés" o "La señal", cuando llegue lo decidiré.

-Ah, pues... ¿a qué hora es el cine?

-A las 10.15 (esperaba la pregunta: ¿Y que haces ahí tan pronto?, pero no la hubo. También tenía la respuesta, pero no la necesité, aunque sé que, después de lo de la última vez, se que la hará)

-Bueno, pues ya nos veremos.

-Sí, ya nos veremos

-Que disfrutes la peli

-Sí, gracias, lo intentaré

Me quedé bien jodida, incluso una lágrimita corrió por mi mejilla, pero me repuse y, cuando llegó la hora entré en el cine (me decanté por "La señal"), pero no podía dejar de pensar en las consecuencias que va a acarrear esto, si lo va a tomar como un No para siempre, si va a volver a intentarlo, si seré capaz de volver a decir NO (aunque sea con trampa) o qué va a pasar, ya que aún no me hago a la idea.


P.D. : la peli me decepcionó un poco, así que esta semana iré a ver la otra.

domingo, 7 de octubre de 2007

volveré


Llevo unos días que ni siento ni padezco. A excepción de algunos momentos del día, en que me pongo a llorar con gran desconsuelo, tengo una actitud completamente estoica.

Todo me da igual y eso siempre me pareció algo grave, siempre creí que si llegaba a este punto es que la cosa estaba muy mal, que he dejado de luchar y he optado por la resignación.

Quiero recuperar las ganas de luchar, que me importen de nuevo las cosas, quiero llorar, reir, discutir, amar, compartir..., quiero vivir.
Sé que no todo está perdido, que en algún momento volveré a ser la Ma que he sido siempre, con mis virtudes y mis defectos, pero la misma. Me gustaba ser yo, ahora no me gusta la que soy o en la que me he convertido.
No puedo culpar a nadie, nadie más que yo tiene la culpa, yo solita me meto en líos, yo solita dejo de lado lo importante de la vida, yo solita digo cosas que hieren a los demás y yo solita hago cosas que me ajejan de nuevo del mundo, de mi mundo.
No se lo que voy a tardar, ni si la cosa se va a poner todavía peor (en algunos aspectos que no dependen de mí, sé que empeorarán, lo que depende de mí, es la actitud que tome ante ellos), pero sé que volveré, porque sino, ¿qué sentido tiene seguir?
P.D. Lo que más me molesta es que la teoría la sé, pero no sé llevarla a la práctica.

viernes, 5 de octubre de 2007

lecturas 2007 - V

Quen veinte años no es nada (Marta Rivera de la Cruz )

El famoso escritor Cósimo Herrera, eterno candidato a un Nobel que no llega nunca, decide retirarse a Ribanova, una pequeña ciudad de provincias apartada y brumosa. Allí conocerá a Luisa, una muchacha veinte años más joven, y que desde el primer momento sentirá por el forastero un amor tan apasionado como imposible. “Que veinte años no es nada” no es sólo la crónica de este amor irrealizable, sino también un lúcido relato de iniciación y una sugerente novela de comunidad, con un elenco de personajes secundarios tan rico que cada uno de ellos merecía su propia novela. Marta Rivera de la Cruz nos sorprende con su habilidad para descubrir detrás de cada suceso aparentemente insignificante una historia extraordinaria, con su narración a veces tierna y otras irónica, pero siempre comprensiva, y con su capacidad para crear un mundo narrativo propio, en un tiempo casi mítico que nunca acaba de definirse.

Una historia tierna y humana

jueves, 4 de octubre de 2007

mi actitud


Estoy completamente sorprendida de mi actitud ante la tristeza.
¿Será que me estoy acostumbrando a ella? No, no quiero, no soporto la resignación.
¿Será que estoy entrando en eso que llaman madurez? no, no lo creo, no tengo una actitud madura ante esta "pseudorelación" que parece llegar a su fin.
¿Será que los buenos momentos equilibran los malos? no, los malos pesan más
¿Será que estoy tan agobiada como para que ya todo me dé igual? tampoco, no todo me da igual.
Me gustaría saber el por qué de esta actitud, más que nada para aprender para futuros desengaños...

miércoles, 3 de octubre de 2007

mariza - el fado

Mi última adquisición, que me acompaña en mis viajes...

lunes, 1 de octubre de 2007

y II


Lo peor de todo es que no soy capaz de soltar una lágrima.


Ese llanto que te deja completamente relajada........

no me gusta

Triste y cansada, así me siento.

Siento que todo está llegando a su fin.
O por lo menos no me gusta el camino que está tomando.

Las llamadas cada vez son más espaciadas.

Ya no tengo fuerza para luchar.
Y creo que esta vez voy a necesitar mucha ayuda.

 
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