lunes, 10 de septiembre de 2007

la historia de mi vida III

Pensábais que mi vida se acababa en el año 1989? Pues no. Allá va el siguiente capítulo:

Una vez terminado el ciclo de “protésico dental”, en 1990 me matriculé de las tres asignaturas que me habían quedado de COU, por lo que mantenía la beca en el cole. Pero lo de hacer las cosas mal ya me viene de lejos, porque ese año, con tres míseras asignaturas, me lo pasé prácticamente de fiesta, sin importarme el resto de las asignaturas, a las que debería de haber ido de oyente para poder presentarme en junio a la Selectividad, pero no, la niña se dedicó a hacer un poco el indio, sin aprovechar nada de lo que se me ponía por delante.

Empiezan los arrepentimientos, pero la cosa ya no tiene remedio. Del año 1991 no tengo constancia de lo que hice, supongo que nada, porque ni estudiaba, ni trabajaba, no hacía nada productivo... Tengo la impresión de no haber vivido ese año, no tengo ningún recuerdo (Uf, qué mal rollo!!!).

Se me olvidaba, ¿qué veíamos en la tv por aquel entonces? Series como Twin peaks (que nunca seguí porque siempre fui una cagada), El príncipe de Bel-air o los especiales Fin de año con Martes y trece.




Entre la música del momento podíamos encontrar a U2, Celine Dion o The Cranberries, pero yo continuaba con mi música española de El último de la fila, Joaquín Sabina o Serrat.

En fin, el verano de 1992, empecé a trabajar en un invernadero de unos amigos, uhhhhhhhh, que figurita se me iba a poner, y se me puso. El dinero que ganaba lo guardaba, con el consentimiento de mi madre, que me seguía sufragando borracheras, tabaco y demás vicios de los 23 añitos, para que al llegar el mes de septiembre me pudiese ir a Sevilla a la Expo ’92. Y claro que fui, y que bien me lo pasé, a pesar del calor, las eternas colas y demás insignificantes inconvenientes...
Se trataba de un trabajo de verano, pero al llegar de mis vacaciones andaluzas, me esperaba otro invernadero en el que trabajar.

En octubre de ese año, otro golpe fuerte de la vida, pierdo a otro amigo en un infortunado accidente de tráfico. Ese mismo día conocí al que durante los siguientes 8 años fue mi novio (Un mal comienzo para una relación que terminó de forma desastrosa...).

Al principio todo iba estupendamente, estábamos super-enamorados el uno del otro (Qué bonito es el comienzo de cualquier relación.....). Se trataba de un tipo muy majo, cariñoso, atento, vamos... un sueño de chico que me hizo olvidar a “alguien” (a partir de ahora le conoceréis por Fk).

Al principio pensé que era un culo inquieto, no paraba en ningún trabajo, pero la excusa era que la culpa siempre era de los jefes (¡Unos explotadores!!!).

En el medio de la relación sufrí otra pérdida familiar, por lo que tuve que dejar el invernadero en el que estaba trabajando para dedicarme al negocio familiar (otra cosa más de la que me arrepiento). No me gustaba el trabajo, ni su horario ni nada de nada. Intenté preparar unas oposiciones, pero cuando hay eternos interinos por medio, eso es imposible, por lo que me dejé llevar, y seguí desperdiciando mi tiempo en un trabajo que no me gustaba nada, nada.

Bueno, no quiero alargar el post, termino la 3ª temporada y, simulando al Dr. House, en unos días estrenaré la 4ª que vendrá llena de grandes acontecimientos...

4 comentarios:

m dijo...

hola
acabo de descubrir este sorprendente blog por casualidad.
simplemente, en la barra superior de mi blog he apretado el botón de "siguiente blog" y, para sorpresa mía (pues siempre que hago esto suele aparecer un blog de lo más aburrido o en un idioma que no entiendo) ha aparecido éste.
pues bien, ha sido empezar a leer las primeras líneas y no he podido evitar buscar la primera de tus entradas y empezar a leer una por una todas las demás.
de vez en cuando me he parado para ver el reloj ese que tienes en el margen y, con sorpresa, me he dado cuenta de que se me ha pasado una buena parte de la tarde (y noche) leyendo.
me gusta tu forma de escribir y esto es como leer una novela. espero que no te moleste que me lo haya parecido, porque está claro que no estás pasando uno de los mejores momentos de tu vida así que supongo que no te hará ninguna gracia que te compare con la vida de un simple personaje que en realidad ni siente ni padece. pero es que a veces me he sorprendido a mi misma sintiendome angustiada al leer lo que escribes, y creo que eso es lo que ocurre cuando te identificas con el/la protagonista de una novela.
supongo que mi opinión no te interesará mucho porque al fin y al cabo no soy más que una niñata que aún no se ha enamorado de verdad, pero espero de verdad que al final las entradas de tu blog empiecen a parecerse al final feliz de una novela.
(perdón por todo este rollazo, pero no me parecía justo pasar por aquí sin dejar constancia de que he estado).
besos y abrazos.

Anónimo dijo...

Hola m, encantada de que pases por aquí y sobre todo de que te haya gustado.
Y puedes estar segura de que sí me interesa tu opinión, aunque seas como tú misma te defines, una "niñata" (yo no lo creo, creo que de la gente que nos viene detrás se puede aprender mucho).
He visto tu comentario muy temprano, porque no puedo evitar cuando me levanto, mirar si alguien como tú ha pasado por mi vida y por mis sentimientos. Con el riesgo de llegar tarde a trabajar entré en tu espacio y le eché un rápido vistazo, y me ha parecido muy interesante. Pero a lo largo del día de hoy lo miraré más detenidamente y disfrutaré con su lectura, lo sé.
besitos y espero que te quedes...

Isabel Burriel dijo...

yo quiero la cuartaaaaa ya.
Me encanta como cada persona relata su vida y la tuya me resulta tan "vivida".

Anónimo dijo...

No te impacientes La interrogación, pronto continuará la historia, la estoy poniendo un poco en orden. Me alegran tus palabras.
besitos

 
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