sábado, 20 de octubre de 2007

la lectura

Desde bien pequeña recuerdo irme para la cama con un libro entre las manos, tanto podía ser uno de aquellos divertidos "tebeos", actualmente denominados comics, como una novela o similar.

A mis taytantos me sigue gustando la lectura y mucho, y aunque a veces nos hace perder algún que otro amigo (por eso de la manía de algunos de apropiarse de lo ajeno), en otras ocasiones hace que recuperes viejas amistades.
Hoy, cuando iba con mi sobrino de quiosko en quiosko en busca de no sé que tipo de imprescindibles cromos , llegamos a uno de ellos propiedad de una antigua amistad, una de esas personas con las que, en la juventud sales de copas, pero no llegas a profundizar demasiado, no se sabe por qué.
El caso es que, mientras el niño preguntaba por los dichosos cromos, me entretuve a mirar un expositor con libros, y se me ocurrió preguntarle si había leído uno que cayó entre mis manos y me parecía interesante, lo que nos llevó a una larga conversación sobre los últimos libros leídos por ambas (yo ya conocía su afición por la lectura)
La pobre se encontraba desesperada, ya que de los últimos diez títulos que había empezado, había dejado ocho de ellos, por aburridos, por no ser el momento, en fin, cada uno por alguna razón determinada, así que en mi reciente e inexplicable interés por agradar al personal (tengo que avisar de mi fama de borde), me ofrecí a bajarle alguna de esas obras que tienes en la estantería en un lugar preferente.
Y tengo que decir que, una vez que se los llevé, me sentí bien, muy bien...
P.D.: Ahora sólo espero no haberme equivocado y además de no recuperar esta amistad, perder los libros, jeje

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Los libros son muy desagradecidos, una vez que se van, nunca quieren volver...

teatrera dijo...

He escuchado alguna vez de gente que deja libros en determinados lugares para que los encuentre ota persona, con la condición de cambiarlo por otro. Por ejemplo, si te encuentras uno en la cabina de teléfonos (¿siguq habiendo cabinas ahora que todos tenemos móvil?) lo puedes coger, pero debes dejar alguno tuyo en su lugar.
Es como un intercambio.




Me da muy buen rollo esto que cuentas. Te viene bien relacionarte con gente que tenga tus mismos intereses, y por lo que leo la lectura te encanta.
Te puedo decir que yo en una época que estaba muy solita me vino genial participar en un foro en el que conocí a mucha gente. La afición en común nos unía, y me ayudó a sentir que tenía a alguien.


Ánimo que esto va para arriba.

Isabel Burriel dijo...

Demos un voto de confianza, muchacha, a ver que pasa...

Anónimo dijo...

Menganita, los desagradecidos son a quien se los prestas, estoy segura que ellos quieren volver.

Teatrera, eso de que hablas, se llama "bookcrosing" y sí, ya lo intenté, pero en cuestión de libros soy un poco egoista y los que me han gustado me gusta conservarlos, por eso dejé de hacerlo, ya que dejaba libros verdaderamente horrorosos y no me parecía justo.
En cuanto a lo de relacionarme con otra gente, va a ser difícil, creo que lo que va a ocurrir con esta persona en concreto es que de vez en cuando me voy a pasar por su quiosko y a charlar un rato, pero agradezco tu idea de que voy hacia arriba, aunque yo no lo crea.

Inte, por supuesto, todavía tiene mi voto de confianza, de otra manera creo que no se los hubiera dejado.

bisitos

Jesús dijo...

"Los libros no se prestan!!"...eso me digo yo cada vez que presto alguno, jaja
(Reconozco que casi siempre vuelven)

Anónimo dijo...

A mí no hay cosa que me saque más de mis casillas que el hecho de que no me devuelvan aquello que he prestado.Porque si quisiera regalarlo lo diría,no?
De todos modos,no creo que la susodicha tenga osadía de apropiarse de algo que nos suyo,básicamente porque tú intencionadamente te dejarás caer por su quiosco...para recordarselo con tu sola presencia.
Suerte.Un abrazo.

 
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