lunes, 2 de marzo de 2009

dos días cualquiera


Jueves 26 de febrero 4,30 p.m: cita con el dentista, 2 empastes, y recomendación de dos fundas = 640 erurazos

Jueves 26 de febrero 6,30 p.m: al llegar a casa después de la "gran noticia" sobre mi salud dental, mi plancha se había muerto. Plancha nueva: 70 eurazos

Viernes 27 de febrero, 5,30 a.m : me despierto, como tantas otras noches, con unas ganas de mear que no me aguanto (qué ordinaria...), miro por el hueco de la escalera y la luz del piso de abajo está encendida.

Bajo a ver qué está pasando y a medida que voy andando mi corazón se va acelerando, no había quedado la luz del pasillo encendida por error, algo pasa...

Sigo por el pasillo hasta el fondo, donde duermen dos de mis viejitas y parece todo tranquilo, doy la vuelta, pero mi hermano no está, esto sí que es raro....y preocupante

Como ellas están dormidas, vuelvo a mi habitación, pero mi cabeza empieza a funcionar (sí, a las 5,30 de la mañana). Se me ocurren miles de cosas horribles que pueden haber pasado y mi corazón sigue aumentando de velocidad.

Afortunadamente, se oye la puerta de la calle y bajo a toda velocidad y entra mi hermano con una bolsa de la farmacia: una de mis enfermas no se encontraba bien y fue a por "la solución".

Después de un rato haciéndole compañía y comprobando que queda tranquila otra vez en la cama, vuelvo a mi habitación, pero ni siquiera intento dormirme, sólo queda 1/2 hora para que suene el despertador.

Viernes 27 de febrero, 7,30 a.m: salgo de casa para ir a trabajar, llego al coche con la esperanza de que hoy funcione la calefacción, hace un frío de tres pares de coj... perdón, hace mucho frío. Pero, de nuevo, mi otro viejito, se niega a calentarse o a calentarme con su potente calefacción. Me aguanto y continuo, ya es un poco tarde, cuando de repente la "maldita luz" (la última vez que se encendió me costó 300 eurazos)

Doy la vuelta, voy preparada y lleno una botella de 5 litros de agua, la última vez funcionó hasta llegar al taller. Pero no me quedo tranquila y tengo la brillante idea de ir al trabajo de mi prima, al lado del taller a pedirle su coche y dejar el mío allí. Llego casi una hora tarde a trabajar. Nooooooo, no estoy en condiciones de cambiar de coche, aún tiene que aguantar

Viernes 27 de febrero, 3,30 p.m: voy a ver lo que pasa con mi pequeñín, la cosa no parece tan grave. Un manguito, que es algo que lleva el agua al radiador, estaba roto, y parece que con cambiarlo se soluciona el problema.
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Pero ¿es que no puede haber ningún día en que me dejen vivir tranquila?

1 comentarios:

teatrera dijo...

Y qué tal fue el fin de semana?
Al menos no te pasó en lunes.

 
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