viernes, 12 de diciembre de 2008

un cuento

la situación empeoraba, pero no ella no quería echarles la culpa, eran su familia, esa familia que la vio crecer, la cuidó y la educó

pero aún así, no podía evitar sentirse mal, lo mejor de su vida se le escapaba poco a poco, no era dueña de su vida, no tenía la posibilidad de vivirla como le hubiera gustado, porque necesitaban de su ayuda, casi a todas horas, sí, a todas horas
esa familia le pesaba demasiado

a sus casi 40 años no podía decir que había hecho lo que le apetecía en cada momento, pensaba que no se lo merecía, que nadie se merecía la vida que ella llevaba, no se la deseaba ni a su peor enemigo, pero a ella le había tocado (no) vivirla

tiempo atrás pensaba que era la persona más desgraciada del mundo, deseaba todo lo que tenían los demás, los envidiaba, ahora era distinto, puede que sus circunstancias la hubieran hecho madurar, pero cuando peor estaba de ánimo, era capaz de disfrutar los pocos momentos "felices" que tenía, siempre sin dejar de pensar en los suyos, siempre con los pies en la tierra

soñaba con una tranquilidad que no tenía desde hacía mucho tiempo, rodeada de enfermos, médicos, urgencias, problemas de todo tipo, soñaba con poder decidir qué hacer en cada momento sin dar explicaciones a nadie, soñaba con un sitio para ella sola, donde dormir tranquila, llevar amigos (especiales o no), comer lo que quisiera, no comer, llorar a gusto, reir más a gusto todavía, no quería cargas, pero las tenía
cuando intentaba contar a sus amigos como se sentía, todos salían con sus propios problemas, los de ella no les interesaban, no había suegras ni problemas de adolescentes por el medio, por lo tanto dejó de contarlos, porque aunque sabía que para esos problemas no había solución, lo único que buscaba era un poco de consuelo
así que empezó a escribirlos en su blog, en un blog que creó con esa finalidad, en donde siempre había alguien que le dedicaba palabras de ánimo y hacían que se sintiera bastante mejor
pero aún así, estaba bastante limitada, ya que no quería dar demasiados datos, no quería darse a conocer, le gustaba ese anonimato que la animaba a desahogarse sin pudor, pero ese blog iba cumpliendo su función
(Un cuento, que podría ser una realidad)

4 comentarios:

Juan Rodríguez Millán dijo...

Pues me alegro al menos de que las palabras de ánimo que te podamos dejar aquí te sirvan. La gente suele ser muy egoísta, suele pensar sólo en sus problemas y no atiende a lo que le rodea. La gente escucha poco y falla demasiado cuando hay problemas. Pero no todo el mundo es así, y esas personas son a las que nos tenemos que agarrar.

Yo sólo te puedo decir que mantengas el ánimo, que las circunstancias a veces condicionan demasiado nuestras vidas, pero no por eso debemos dejar de vivirla. Sólo hay que encontrar el mejor camino. Y siempre hay señales que nos pueden llevar por ese camino. Suerte y ánimo.

teatrera dijo...

Libérate.
Cuenta todo lo que necesites.
Si tienes miedo a ser reconocida (te entiendo, a mí me pasa igual por mucho que me parezca increíble que alguien de mi entorno diera con él) falsea datos.
Cambia nombres, ciudades...

Espero que tu cuento tenga pronto un final feliz.

Anónimo dijo...

gracias
nunca me cansaré de repetir esta palabra
besitos

natalia guerrero dijo...

Bueno, yo tengo unas situacion familiar complicada.. pr he aprendido a vivir mi vida aunque a veces los deje un poco abandonados.. De todas formas, aquí siempre encontrarás mil abrazos y todos los besos y palabras de ánimos que necesites.. besos

 
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