viernes, 14 de septiembre de 2007

en el puerto

Ayer al anochecer, como muchos otros días, me fui al puerto de mi pueblo a pasar un buen rato de lectura (a veces de estudio) frente al mar.


De camino hacia allí, vi el coche de Fk, estaba cerca, pero no sabía donde.

No le di importancia, bueno, no quiero mentir, me quedé un poco jodidilla, pero sin más continué mi camino y aparqué el coche donde lo suelo hacer.

Abrí el libro y me puse a leer, aunque tuve que leer cada página varias veces, porque mi cerebro no estaba centrado, no estaba disfrutando con lo que leía. Hice verdaderos esfuerzos para concentrarme en lo que estaba haciendo, y algo conseguí (aunque lo comprobaré una vez que vuelva a abrir el libro por la página donde lo dejé...).

Estaba cansada de leer, supongo que motivado por el gran esfuerzo que estaba haciendo para conseguir un mínimo de concentración por lo que hice un pequeño descanso para fumarme un cigarro y perder la mirada un rato en el oscuro mar plagado de luces procedentes del pueblo.

Cuando de repente, a las 11 de la noche, suena el móvil. Era él. Durante el tiempo que sonó, me dio tiempo a pensar en varias posibilidades:

1. si cojo el teléfono me va a invitar a quedar con él, cuando mi plan es decirle NO, "si quieres tomamos un café, vamos al cine o damos un paseo, pero no voy a tu casa" (la conversación continúa en mi cabeza, pero no la voy a transcribir completa), pero no voy a ser capaz

2. no coger el teléfono y dejarlo sonar hasta el final

Mi elección fue no cogerlo, cuando al cuarto de hora volvió a sonar y tampoco lo cogí.

6 comentarios:

teatrera dijo...

Una cosita, ¿realmente quieres romper por completo con él?
Si es así igual podrías rechazar la llamada, en vez de simplemente no cogerlo, para que se vaya enterando.

De cualquier manera, creo que el no contestar es un paso muy muy importante.

ÁNIMO QUE ESTO SE ESTÁ ENDEREZANDO.

dunna dijo...

Pues no entiendo nada de esta relación...

Pero bueno creo que has hecho bien, que se de cuenta que tienes muchas otras cosas que hacer que ir corriendo a coger el teléfono. Aunque lo estuvieras deseando...

No vas a ir a verle cuando él quiera, tendrás que querer tú también, ¿o realmente querías verlo? ¿entonces por qué no? no entiendo nada....

Anónimo dijo...

Gracias a las dos.
En realidad no se lo que quiero todavía, lo único que tengo claro es que así no quiero seguir.
Claro que quería haber cogido el teléfono, pero sabía lo que iba a pasar y me pesó más.
Dunna, sé que es difícil de entender, ni yo misma me entiendo.
Besitos

Isabel Burriel dijo...

Se te está liando la madeja, muchacha. Estos momentos son muy confusos, te entiendo. Date tiempo y no dejes nunca de hacer lo que realmente quieras hacer. No hagas las cosas pensando en lo que pensará o hará él.

Anónimo dijo...

Tengo la madeja liada desde hace tiempo. Me va a costar desenredarla.
besitos

teatrera dijo...

Yo, cuando no sé qué hacer, no hago nada.

 
Elegant de BlogMundi